Preparación del mate


Tomar mate, disfrutarlo y poder compartirlo, requiere de algunos cuidados al momento de prepararlo y de cebarlo. Acá los pasos a seguir para lograr la mejor infusión.






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La importancia de una buena molienda

Cada uno de los componente de la yerba son fundamentales para lograr un sabor rico y rendidor.

Las distintas fracciones de hojas, de palitos y de polvo que componen la fórmula de nuestras yerbas se dosifican cuidadosamente para lograr un buen mate, y al momento de prepararlo es bueno conocer la importancia de cada uno de ellos.

Las fracciones de hojas son las que aportan intensidad de sabor y carácter, mientras que el palito contribuye al suave equilibrio de sabores. El polvo, aunque a veces es despreciado, es un componente fundamental para fusionar las distintas notas que componen el sabor de la yerba.

Y además, es el responsable de lograr un mate rico, suave, espumoso y muy rendidor.





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Cómo curar bien el mate

Un mate bien curado es fundamental para disfrutar de la infusión. Si tiene un mate nuevo, llénelo con yerba mojándola completamente. Déjelo reposar durante dos días manteniendo la yerba siempre húmeda.

Al cabo de los dos días, limpie el mate raspando bien su interior, eliminando la madera blanda. Luego repetir toda esta operación por lo menos tres veces, siempre teniendo cuidado de que durante el procedimiento la yerba no fermente, ya que podría dejarle mal sabor al mate.

De no poder contar con un buen mate, es preferible el uso de un vaso de vidrio o de plástico, pues son materiales que aseguran que la yerba no se contaminará con ningún sabor ajeno a ella.






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Catación

Si bien la preferencia por un tipo de sabor u otro responde a criterios absolutamente subjetivos, en la yerba, como en la cata de otras bebidas, hay ciertos parámetros que sirven para juzgar objetivamente la calidad de la infusión.

• En la evaluación visual del producto, se debe percibir un color verde claro, de tono amarillento, nunca verde intenso, esmeralda o tirando a oscuro. Al cebar el mate, debe hacer algo de espuma.

• La molienda debe ser armónica, pareja: no debe tener exceso de palo o de fibra (palo molido), debe tener algo de polvo (sin excesos) y una buena cantidad de hojitas.

• El aroma también es importante, tiene que ser el característico de la yerba bien estacionada y no debe presentar ningún vestigio de humedad ni de aromas extraños. Cuando a la yerba le ftitlea estacionamiento, presenta un color verde mas fuerte y oscuro, un marcado sabor amargo y una nota "vegetal" muy fuerte que en algunos casos se asemeja al sabor de las algas.

Con un buen estacionamiento, los rasgos amargos se atenúan, aparecen notas ligeramente frutadas y un dulzor muy sutil. Obviamente esto varía en los distintos tipos de yerba, según el clima y el lugar geográfico en el que crezca, la época del año en que se coseche o el tipo de elaboración.

Al cabo de los dos días, limpie el mate raspando bien su interior, eliminando la madera blanda. Luego repetir toda esta operación por lo menos tres veces, siempre teniendo cuidado de que durante el procedimiento la yerba no fermente, ya que podría dejarle mal sabor al mate. De no poder contar con un buen mate, es preferible el uso de un vaso de vidrio o de plástico, pues son materiales que aseguran que la yerba no se contaminará con ningún sabor ajeno a ella.

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